Principales Publicaciones y sus Características
Gutenberg,
en su labor de impresor, creó su famoso incunable Catholicon, de Juan
Balbu de Janna. Pocos años después, imprimió hojas por ambas caras y
calendarios para el año 1448. Además, junto a su amigo Fust editaron
algunos libritos y bulas de indulgencia y en particular, aquel
monumento de la imprenta primitiva, la Biblia de las 42 líneas, en
dos tomos de doble folio, de 324 y 319 páginas respectivamente, con espacios en
blanco para después pintar a mano las letras capitulares, las alegorías y
viñetas que ilustrarían coloridamente cada una de las páginas de la Biblia.
Según
las declaraciones de diversos testigos[cita requerida] resulta que,
mientras en apariencia fabricaba espejos, Gutenberg se servía de todos los
instrumentos, materiales y herramientas necesarios para la secreta imprenta:
plomo, prensas, crisoles, etc., con el supuesto pretexto de fabricar con
planchas xilográficas de madera unos pequeños devocionarios latinos de
título Speculum que eran fabricados en Holanda y Alemania con los
títulos de Speculum, Speculum humanae salvationis, Speculum vitae humanae,
Speculum salutis, etc. Pero algunos declararon que con el pretexto de imprimir
espejos, "Gutenberg, durante cerca de tres años, había ganado unos 100
florines en las cosas de la imprenta."
Por
otra parte, puesto que Hungría sería el primer reino que recibiría
al renacimiento en Europa luego de Italia, y de esta forma bajo en
reinado de Matías Corvino en el siglo XVI se inauguraría la primera
imprenta húngara en 1472. Andrés Hess sería llamado a Hungría desde
Italia, quien usando el sistema de Gutenberg organizaría la imprenta húngara y
haría publicar dos obras: Cronica Hungarorum (La crónica de los
húngaros), y el Magnus Basilius: De legendis poëtis - Xenophon: Apologia
Socratis (dos obras griegas clásicas en un solo tomo).
Años
más tarde y hacia 1500 la situación social cambiaba
en Alemania y una guerra civil hizo que en Maguncia los
impresores huyeran para evitar caer dentro de la guerra. A los impresores les
costó mucho guardar el secreto y los talleres de imprentas se esparcieron por
toda Europa.
La
imprenta se conoce en América una vez concluida la conquista española. La
primera obra impresa en la Nueva España es Escala espiritual
para subir al Cielo de San Juan Clímaco en 1532.
Así
inició la más grande repercusión de la imprenta en la cultura de la humanidad.
La palabra escrita ahora podía llegar a cualquier rincón, la gente podía tener
acceso a más libros y comenzar a preocuparse por enseñar a leer a sus hijos.
Las ideas cruzaban las fronteras y el arte de la tipografía fue el medio de
difundirlas.
A
finales del siglo XIX, se perfeccionó el proceso, gracias a la invención
en 1885 de la linotipia, por Ottmar Mergenthaler.
Libros,
incunables, ediciones ilustradas con grabados de madera: la mejora de las
técnicas y materiales de imprenta llevaron durante cuatro siglos las palabras
por todo el mundo. El arte tipográfico evolucionó y llegó a crear obras
maestras en la formación y estructuras de libros y ediciones especiales
impresas. Actualmente las técnicas de impresión en calidad y volumen han
mejorado de forma impresionante, algunas por medio de computadora, olvidándose
del arte tipográfico que muchos tipógrafos del mundo se resisten a cambiar.
Pocos
inventos han tenido la influencia en el ser humano como la creación de la
imprenta, ese antiguo arte que, si va unido a una obra en labor del tipógrafo y
a la obra escrita de un buen autor, proporciona una obra de arte completa,
lista para conmover en belleza literaria y estética tipográfica al lector, el
fin primero y último de la imprenta.